«Una langosta cuando se la deja en un lugar alto y seco entre las rocas, no tiene instinto y energía suficiente para elaborar su camino de regreso al mar, sino que espera a que el mar venga hasta ella. Si no viene, ella permanecerá donde está y
muere, aunque el más ligero esfuerzo le permitiría alcanzar las olas, que quizás están a menos de un metro de ella. El mundo está lleno de langostas humanas: hombres varados en las rocas de la indecisión y la procrastinación, quienes, en lugar de poner en marcha sus propias energías, están esperando por alguna gran ola de buena fortuna que los mantenga a flote «. ~Dr. Orrison Swett Marden (1850-1924)
Pensaba en Liderazgo cuando encontré este texto, que refleja perfectamente la situación de tantos emprendedores y empresarios en la actualidad.
Muchos sueñan con convertirse en grandes líderes del siglo veintiuno, esa clase de profesional que excede objetivos y expectativas, es admirado por sus colegas y miembros de equipo; que se siente inspirado a rendir al más alto nivel y mantenerse comprometido con sus metas. Sin embargo, la mayoría lucha portando la mentalidad de los líderes del ayer, esos que batallan por aferrarse a su posición siguiendo el pensamiento convencional y resistiéndose a escuchar porque no les gusta «que les digan lo que tienen que hacer». Estos «líderes», tarde o temprano, se encontrarán en una pelea desesperada por conocer más de sí mismos, por encontrar la claridad que necesitan para guiarse y para guiar a otros a través de la complejidad de estos tiempos.
Para implementar un nuevo y necesario modelo de liderazgo es un paso clave elegir aprender a desarrollar nuevos y prácticos modelos mentales basados en nuevos paradigmas y habilidades que te ayudarán a evitar convertirte en una langosta atrapada entre las rocas.
Para ganar una visión futura más prometedora y exitosa es necesario aprender del pasado para poder diseñar, por anticipado, las estrategias a aplicar ante los posibles peligros; tener herramientas para responder a los desafíos actuales y actuar con rapidez ante las oportunidades que probablemente se van a presentar.
¡Tú eliges! Mantener una mentalidad mediocre que te vara entre las rocas o aprender a desbloquear el potencial escondido que encierra tu mente de modo que puedas liderar con grandeza tu propia vida y la vida de aquellos que te siguen. Esta última elección requiere que te lances al agua y apuestes por tu desarrollo personal y profesional en primera instancia.